lunes, 19 de enero de 2015

MITOS Y LEYENDAS ( LITERATURA)

Para trabajar el apartado de Literatura de la unidad 6 os propongo que cada uno seleccione un relato breve sobre un mito ó leyenda de algunas de las mitologías mas conocidas ( Grecia, Roma, Países Escandinavos...etc) Go¡

Publicad en los comentarios la historia seleccionada ( relato breve) y un comentario acerca de la lectura y / o personajes.

Aquí tenéis un enlace donde podéis encontrar material.

http://mitosyleyendascr.com

7 comentarios:

  1. ¿Qué es un mito?
    Un mito (relato falso con sentido oculto, narración, discurso, palabra emotiva) se refiere a un relato que tiene una explicación o simbología muy profunda para una cultura en el cual se presenta una explicación divina del origen, existencia y desarrollo de una civilización.

    En este contexto, puede considerarse a un mito como un tipo de creencia establecida, habitualmente a través de varias generaciones, con relación a ciertos hechos improbables y sorprendentes que, de acuerdo al mito, han sucedido en la realidad, los cuales no son posibles de ser verificados de manera objetiva. Pero incluso los hechos históricos pueden servir como mitos si son importantes para una cultura determinada.


    El mito de Calisto es de origen arcadio. Hay versiones que la identifican con una musa del bosque, otras dicen que es hija del rey Licaón o de Nicteo.
    Calisto estaba consagrada a la diosa Artemisa (diosa de la caza), por lo que era virgen y pasaba con sus compañeras en el bosque cazando.Zeus se enamoró de Calisto en el momento en que la vio.
    Hay otras variantes que indican que Zeus tomó la forma de Apolo, dios arcadio y hermano de Artemisa. En todo caso, la unión de Zeus y Calisto tuvo como fruto a Árcade.
    Al darse cuenta Calisto de su estado, trató de ocultar el embarazo, pero un día, Artemisa y sus compañeras decidieron tomar un baño en una fuente y cuando Calisto se desnudó, todas se dieron cuenta de que estaba embarazada.
    Este hecho fue considerado como una falta por parte de Artemisa, que indignada la expulsó del grupo y la convirtió en osa.
    La transformación posee diversas interpretaciones, pues según unos autores se debió a los celos de Hera (esposa de Zeus), quien le habría pedido a Artemisa el cambio de Calisto como castigo o incluso habría realizado ella misma la metamorfosis. Según otros fue más bien precaución de Zeus, y él transformó a Calisto para protegerla de la venganza de su celosa esposa (Hera).
    En este último caso, Hera descubrió de todas maneras a la joven y decidió ordenarle a Artemisa que la matara de un flechazo, aunque también se cree que Artemisa tuvo la inicicativa de matarla en castigo por no haber guardado su virginidad.
    Cuando Calisto murió víctima de la flecha mortal de Artemisa, Zeus, para resarcir a la bella joven de la que se había enamorado y porque sabía que todo era culpa suya, la convirtió en la constelación la Osa Mayor.
    Algunas versiones le adjudican a Calisto otro hijo, el dios Pan hermano de Arcade.

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  3. El mito de la caja de Pandora se inicia cuando Prometeo se atrevió a robar el fuego que portaba el dios Sol en su carro. Zeus furioso ordenó a diferentes dioses crear una mujer que pudiera seducir a cualquier hombre. Hefesto la creó con arcilla y le brindó formas sugerentes. Atenea la vistió elegante y Hermes le dio el don de seducir para que finalmente Zeus le dé vida y la mande a la casa de Prometeo.
    Allí vivía junto a su hermano Epimeteo que a pesar de haber sido advertido de la venganza de Zeus aceptó la llegada de Pandora y se enamoró hasta tomarla por esposa. Pero Pandora traía con ella una caja con todos los males que puedan contaminar al mundo de desgracias. Uno de esos elementos era la esperanza, consuelo de quien sufre. Pandora presa de la curiosidad abrió la caja y así dejó escapar sin quererlo todos los males. Los bienes subieron hasta el Olimpo y junto a los dioses. La muchacha presa del pánico cerró la caja y quedó dentro la Esperanza, que era necesaria para superar todos los males.
    Pandora corrió hacia los hombres para intentar consolarlos, hablándoles de la esperanza, explicándoles que siempre podrían acudir a ella ya que estaba bien guardada.

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  4. El aciano

    La reina Luisa de Prusia era una hermosa dama de un gran valor. El emperador Napoleón se apodero de el país, pero la reina lucho contra el invasor.
    El enemigo tomo la capital de Berlín y la reina pudo escapar con sus hijos, fue a esconderse en un campo lleno de ancianos. Los niños asustados empezaron a llorar entonces la reina tuvo que coger una flor azul y le hizo coronas como si fuesen príncipes para distraerlos y que no la descubrieran.
    Uno de sus hijos se llamaba Guillermo, unos años después derroto el sobrino de Napoleón. Proclamado el primer emperador de Alemania y tomo como símbolo el anciano.

    La Anémona
    Existía en antiguos tiempos de Ninfa de las flores, cuyo nombre era Cloris. Vivían en el jardín de la Ninfa de las flores otras muchas ninfas, y entre ellas una jovencita que se llamaba Anémona.
    Un día Céfiro, demostrando poca afición por Cloris, comenzó a cortejar a la gentil Anémona, celosa e irritada aquella arrojo a Anémona de su jardín para que apareciera en los bosques salvajes. Afortunadamente cruzó un día por ellos Céfiro y viendo a la pobre Anémona la convirtió en una flor graciosa que crece a pie de los árboles.

    La Rosa de Jericó
    La rosa de Jericó, se conoce también con el nombre de «flor de la Resurrección», pues se le atribuye la propiedad de morir y volver después a la vida. Su origen tiene una hermosa leyenda.
    Se dice que en aquellos días José y María huyeron de belén con el niño Jesús para salvarle de la degollación de los inocentes, ordenada por el rey Herodes, la Sagrada Familia atravesó las llanuras de Jericó Cuando la Virgen bajó del asno que montaba, esta florecilla brotó a sus pies, para saludar al Salvador, a quien María lleva en brazos.

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  5. El nacimiento el primer Shaman
    Adja era un joven persa que enfermó en extrañas circunstancias. Su cuerpo perdió toda fuerza y fue dado por muerto. Pero, realmente lo que le sucedió es que cayó en un sueño tan profundo como desconocido. Los pájaros negros lo tomaron y lo elevaron al cielo, mundo superior regido por las aves.
    Allí fue criado y educado por ellos. Cuando adquirió el grado de conocimiento deseado por dichos pájaros, lo redujeron al tamaño de un embrión y lo depositaron en el vientre de una mujer. Así, volvió a nacer en el seno de una nueva familia sin tener recuerdos de su pasado. Según crecía, iba descubriendo que tenía poderes curativos y su ingenio crecía, según crecía su cuerpo. Se dedicó a curar a los enfermos, a crear ungüentos, a recuperar las almas perdidas y, en fin, a utilizar todos los recursos que la naturaleza ponía a su alcance con la ayuda de los pájaros.
    En su larga vida pudo enseñar sus conocimientos a varios pupilos, y éstos, a otros tantos, desarrollándose así la tradición shamánica oriental. Sólo unos pocos elegidos pudieron demostrar sus dotes y desarrollar todos los conocimientos e ingenios necesarios para convertirse en un auténtico shamán. La propia naturaleza se encargó de comunicarse con las personas elegidas para ser el enlace entre ella y los hombres, para que la humanidad nunca olvide que ella está ahí y que si nos portamos bien con ella revertirá en beneficio propio.
    Así, los shamanes son médicos, guías espirituales y suelen estar dotados con el don de la poesía. Basan su energía en el poder de la naturaleza y en su conocimiento. Son respetados y adorados como dioses, siendo un referente vital para sus pueblos.

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  6. Los piratas más antiguos

    Lo monstruos, que cierta mañana llegaron silenciosamente por el mar, lucían una espantosa cabeza de dragón, escamas amarillas y negras a lo largo de sus flancos, dieciséis delgadas patas que nadaban con ritmo perfecto y una cola afilada y extraña.

    Los habitantes de aquel lugar de la costa gálica, que se habían refugiado aterrorizados tras los escollos, vieron a fornidos y rubios guerreros saltar fuera de las misteriosas embarcaciones, con cascos adornado; de alas brillantes y toscas vestimentas de piel.

    Bien pronto se apercibieron de cuan crueles y sanguinarios eran aquellos hombres de fríos ojos azules que hablaban una lengua dura y fuerte, y supieron que se trataba de los Vikingos o “normandos”, hombres del norte, ¡piratas que arrasaban los pueblos!

    En todas las costas de Europa eran conocidas aquellas naves en forma de dragón, con una sola vela cuadrada a listas rojas amarillas. Las islas Oreadas, las Hébridas, las Shetland, las Faróe, ricas en ovejas, la misma Gran Bretaña, Sajonia, Irlanda e Islandia habían llegado a ser dominio de los Vikingos.

    Estos normandos inquietos! abandonaban Escandinavia, su tierra de origen, todas las primaveras porque aquella tierra, cubierta casi siempre de nieves y bosques, los lanzaba en procura del sol.

    Mas eran precisamente aquellos oscuros bosques los que proporcionaban el material para sus magníficas naves. Poco mayores que las pesqueras que hoy día se aventuran a lo largo de las as costas del Tirreno y del Adriático, aquellas embarcaciones tenían el armazón, la quilla y el revestimiento hechos de durísimo roble. Las tablas habían sido encorvadas y pulidas con arte consumado y entre una y otra el calafateo se hacía a base de delgadas trenzas de pelo de animales. El único mástil era de abeto, un esbelto abeto arrancado al bosque; dieciséis remos asomándose entre los escudos —las escamas del dragón— semejaban patas monstruosas.

    Con estas naves los Vikingos remontaban los ríos de Flandes y Francia. Empujados por una audacia rayana en la temeridad llegaron, 500 años antes que Colón, a la América del Norte, a la que ellos, en sus leyendas llamaron “tierra del vino”.

    Durante el día permanecían resguardados en los refugios solitarios de la costa o a la sombra de los grandes bosques. Al atardecer, cuando todos los marinos buscaban el reparo de sus puertos, rápidos como aves de rapiña, los Vikings extendían sus grandes velas al viento, y entraban, aprovechando la marea, en los grandes estuarios de los ríos.

    *

    Así, a lo largo de la ruta que conducía a las hospitalarias tierras del sur, los Vikingos buscaron y hallaron la paz en la Italia meridional, tierra que les brindaba el sol que tanto habían ansiado.

    Sus leyendas conservaron el recuerdo de sus antiguos viajes, de sus aventuras piratescas, de sus batallas heroicas, de sus gentiles amabilidades. En sus letanías, los pueblos costeros dejaron de rogar: “Líbranos, oh Señor, de la furia de los normandos.”

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